En el mundo de las finanzas descentralizadas (DeFi), una de las estrategias más populares para maximizar las ganancias es la provisión de liquidez en pools de intercambio. Sin embargo, al hacerlo, los proveedores de liquidez se enfrentan a un riesgo conocido como pérdida impermanente. La pérdida impermanente ocurre cuando el valor de los activos en el pool cambia en relación con los precios de mercado. Si bien este riesgo puede disuadir a algunos inversores, existe una herramienta poderosa que puede ayudarte a calcular y minimizar la pérdida impermanente: la calculadora de pérdida impermanente.
¿Cómo calcular la pérdida impermanente?
Para calcular la pérdida impermanente, debes restar el valor de intercambio del depósito inicial (la cantidad que tendrías si simplemente mantuvieras tus tokens) del valor de intercambio del saldo final (la cantidad restante). La pérdida impermanente se produce cuando el valor de tus tokens fluctúa en comparación con el par de intercambio en el que los depositaste en un protocolo de liquidez.
La fórmula para calcular la pérdida impermanente es la siguiente:
Pérdida Impermanente = 2 * √(R) * √(F)
Donde:
– R es la proporción de cambio en el precio del token.
– F es la proporción de cambio en la oferta y demanda del par de intercambio.
Para calcular la pérdida impermanente, debes tener en cuenta que cuanto mayor sea la volatilidad del precio de los tokens y cuanto mayor sea la diferencia entre la oferta y la demanda del par de intercambio, mayor será la pérdida impermanente. Es importante tener en cuenta que la pérdida impermanente solo es relevante si decides retirar tus tokens del protocolo de liquidez antes de que termine el período de bloqueo.
¿Qué tan malo es la pérdida impermanente?
La pérdida impermanente puede ser bastante significativa si uno de los activos experimenta grandes fluctuaciones de precios. Por ejemplo, como muestra el gráfico a continuación, si el valor de un activo en el pool aumenta en un 500%, la pérdida impermanente sería del 25%. Por lo tanto, puede parecer que participar en pools de liquidez no vale la pena.
La pérdida impermanente se produce porque cuando el precio de un activo aumenta en comparación con el otro en el pool de liquidez, los proveedores de liquidez pueden perder parte de su capital al vender el activo que ha aumentado de valor. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la pérdida es «impermanente» porque solo se realiza cuando se retira la liquidez del pool. Si el precio de los activos vuelve a equilibrarse, la pérdida se reducirá o incluso se eliminará por completo.
¿Es la pérdida impermanente una pérdida real?
La pérdida impermanente se refiere a la diferencia de valor entre lo que originalmente se invierte y lo que se podría potencialmente recibir de vuelta en un pool de liquidez. Esta pérdida se considera impermanente porque mientras se mantengan los tokens en el pool, no se experimentará una pérdida real. En cambio, la pérdida solo se realiza cuando se retiran los tokens del pool y se convierten nuevamente a su forma original.
Es importante destacar que la pérdida impermanente puede ocurrir debido a la volatilidad de los precios de los activos en el pool de liquidez. Si el precio de uno de los activos en el pool aumenta significativamente en comparación con el otro, se producirá una pérdida impermanente al momento de retirar los fondos. Sin embargo, si los precios de ambos activos se mantienen estables o se mueven en la misma dirección, la pérdida impermanente será mínima o inexistente.
¿Cómo se calcula la pérdida impermanente?
La pérdida impermanente se calcula en función de la diferencia de precios entre dos activos en un pool de liquidez. Cuando un inversor aporta fondos a un pool de liquidez, se le asigna una parte proporcional de los dos activos que componen el pool. A medida que los precios de estos activos cambian, la proporción de los activos en la cartera del inversor también cambia.
La pérdida impermanente se produce cuando el inversor retira sus fondos del pool y la proporción de los activos ha cambiado en comparación con el momento en que se realizaron las inversiones. Esta pérdida se calcula multiplicando la diferencia entre el precio inicial y el precio actual de los activos por la proporción de los activos en la cartera. Cuanto mayor sea la diferencia de precios y la proporción de los activos en la cartera, mayor será la pérdida impermanente.